Misión Cesaraugusta

Bienvenidos al blog de la novia que tu madre quiere para ti:

Sé que odias a esos amigos que comparten en internet contigo todas las fotos de su boda (incluidas las borrosas, en las que no sale nada o en las que la gente sale mal) o las 3.047 fotos que tu prima te hizo ver de su viaje de fin de curso a Bienservida, apenas dándote unos cacahuetes para sortear el mal trago. Por eso siéntate y apaga la luz mientras enciendo el proyector para ponerte las fotos de cuando fui a hacer un examen a Zaragoza. Porque sí, porque este es mi blog y hago con él lo que quiero, que luego bien que atiendes a todas las instantáneas del viaje de Dulceida en Bali.

Atrás quedaron exámenes como el de Jaén y Salamanca en los que iba a echar la primitiva y a cazar Pokemon locales. Ahora, aunque no llevo aún los temarios bien preparados, puedo decir que estamos trabajándo en ello y al menos sé de lo que va la historia.

Los Juegos del Hambre

Pero que ya no eche la primitiva no quita para que me vaya a hacer turismo, así es que cogí el coche, a NeoJín y una barra de espetec y ahí nos plantamos, en la casa de una traumatóloga con la casa llena de caderas de plástico con la que contactamos a través de Airbnb, plataforma que nunca había usado, pero ha sido una experiencia satisfactoria, puesto que no nos robó ninguna cadera.

Los viajes en coche me encantan. Sales cuando quieres, paras donde quieres, ves paisajes, puedes jugar a las Dark Stories, a adivinar capitales... Es casi que mejor el viaje en coche que el destino. Como la vida misma.

Monumento al jamón de Teruel. Siempre pensé que si no existía, había que construirlo

Pasamos por Arizona

A la ida paramos en medio de un escenario del PUBG. Un lugar mágico, con nuestro chamizo, nuestro Turia, nuestras rocas para escondernos, nuestra montaña de francotirador... Si los círculos nos hubieran cerrado bien, esa noche habríamos cenado en Pollos Olga, pero como no fue así, comimos pulguitas sorpresa de NeoJín, que son la emoción, porque cuando las coges nunca sabes si son de jamón, de heces...

Zaragoza lo tiene todo... como muy grande. Las avenidas, la Basílica del Pilar, la plaza de las catedrales, el Ebro, el parque José Antonio Labordeta... Tan grande es el Ebro, que unos días después se desbordó.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Ese globo de helio lo puso ahí Goya

La famosa Pilarica

Plaza de las Catedrales

Más basílica

Teatro romano 

Parque Grande José Antonio Labordeta

Pensábamos que ahí en lo alto había una escultura para ensalzar la figura de José Antonio Labordeta, pero era Alfonso I el Batallador, que reconquistó Zaragoza como Alberto Isla el corazón de  Chabelita.

Cerezos japoneses

Museo de Ciencias Naturales

Fósiles de huevos de dinosaurios

Coprolito

Los trilobites: las cucarachas del Paleozoico

Una de las máximas atracciones del museo era una cabeza de un tiranosaurio que tenía una ranura para monedas y otra para billetes, de tal modo que podías hacer una donación y rugía. Yo doné 2 céntimos pero me quedé con la intriga de si al donar más dinero te hacía un rugidito premium.

Palacio de la Aljafería (aprendí a pronunciarlo el último día)

El arte mudéjar me dejó mudéjar

Techos que dan dolor de cuello

Y me dejo muchas cosas porque tampoco es plan de haceros todo el spoiler de la ciudad que vio nacer a David Civera.

¡Y qué si no me quito el jersey de Kurt Cobain! Freddy Krueger tampoco lo hacía y no pasaba nada

Como es imposible que me saque la plaza probablemente vuelva en las próximas oposiciones. Para entonces ya hemos pensado la ruta:

Albarracín
Teruel (visita obligada al Dinópolis)
Borja a ver el Ecce Homo