11.2.22

La planta que fumigué con los gases que me recomendó Íñigo Segurola

Hace unos meses mi prima me regaló una planta que había plantado de un esqueje (la magia de los esquejes, imaginad que nos cortásemos las uñas y de ahí brotaran clones nuestros). La coloqué justo enfrente de la taza del váter para poder admirar su belleza en ese momento en el que todos necesitamos algo con lo que entretenernos.



Si alguien ha seguido este blog centenario sabrá que, aunque no estoy orgullosa, he matado a muchas plantas, pero en esta etapa de mi vida puedo decir que algunas por mero aburrimiento deciden sobrevivirme. ¿Pocas? Sí. Por ello me enorgullece mostraros la que parece que podrá ser la primera flor que vaya a florecer bajo mi tutela.


¿Puede que ya con esto sea mejor tutora que el padre de Britney Spears? Yo así lo creo. No os imagináis cuán orgullosa que estoy de mí misma, además del factor sorpresa porque ignoraba que esta planta tuviera (Antonio David) flores. La emoción al ir a mear se ha incrementado en un 20% ¿De qué color será?

1 comentario :

NeoJin dijo...

Por lo que cuentas, del color de la orina.