31.10.18

He venido a hablar de lo que me sale del coño

Hace ya varios años que mi hermana me habló de la copa menstrual y yo quedé repugnada al saber los pormenores del cambio de copa.


"Si es que es una hippie..." pensé. Más tarde, dos amigas me contaban maravillas sobre ella. Yo pensaba "Si es que son vegetarianas..." (yo es que tengo para todos los colectivos). Poco a poco, cada vez oía hablar más de ella y todas coincidían en que su vida ha mejorado en un 200% desde que la usaban, así es que poco a poco, pese a mi inicial rechazo, la copa me llamaba más. Y sí, podría decir que me interesé por ella para combatir la contaminación de los mares y quedaría fetén, pero siendo sincera, lo de salvar a las tortuguitas está muy bien, pero el motivo que realmente me hizo dar el paso fue económico más que ecológico. En dos meses la copa se amortiza. En diez años que se supone que vive una copa (un año humano son 7 de perro y 8 de copa) imaginaos el dinero que me iba a ahorrar. Era justo lo que necesitaba para mejorar mi plan de austeridad. Además, soy una mujer muy sangrienta y estaba muy cansada de levantarme y encontrarme semejante panorama.


Cuando me decidí a comprarla me documenté y aún me hypeé más de oír a gente hablando de ella; al parecer tenía beneficios que trascendían ya a lo espiritual "Por fin conocerás tu cuerpo", "Serás consciente de tu regla". No entendía nada. Esta copa despertaba más pasiones que la copa del mundo. Yo ya esperaba como mínimo alcanzar el Nirvana, ver la música y oír el color. Pero no todo era fantástico, también hablaban del entrenamiento shaolin que requería aprender a ponérsela. Y más difícil que ponérsela, quitársela. Por lo que vi había que ser poco menos que acróbata vaginal para alcanzar semejante pericia. Hablaban de que había que parirla cuando no la encontrabas ahí dentro, no sabía si me aterrorizaba o me apasionaba, ¡qué intriga, por Dios! Quería experimentar ya todo eso. Otro punto clave, las copas menstruales son como las del sujetador, tienen talla. Si no sé mi talla de nada, ¿voy a saber la del toto? La cosa era más compleja que  saber la talla de unos pantalones en Aliexpress (que ya es...). ¿Vosotros sabíais que con la edad te crece la vagina? o eso o que se te vuelve flácida, no sé qué prefiero. La copa, fuente de aprendizaje.

Cuando por fin la iba a usar, estaba emocionada. La emoción desapareció al empezar a ponérmela. Tras una serie de contorsiones a la altura del Circo del sol, por fin pude y os juro que me sentí tan feliz como cuando cogí mi primera vía. Sólo por sentir esa satisfacción ya mereció un poco la pena todo. Pero, tras unas horas había que sacar a ese alien que tenía adherido a mis entrañas por el vacío. Menos mal que había visto vídeos que hablaban sobre todo lo que me podía pasar y qué hacer, porque si no, antes que ir a urgencias donde conozco a media plantilla a que me la sacaran, me hacía una cesárea a lo Prometheus si hacía falta.

Tras un periodo usándola (¿de qué tipo de periodo estamos hablado? nunca lo sabréis) tengo mis propias conclusiones:

Una es que nunca hay que desechar de primeras algo sin probarlo, por muy incapaz que te veas. Yo no sabía ni ponerme un tampón con éxito y ahora mismo visto lo visto, creo que el fisting es cuestión de proponérselo. Reconozco que esas mujeres llevaban su razón, hay un antes y un después. Ha habido una revolución menstrual, como cuando mi abuela me contaba lo que fue tener lavadora después de toda una vida lavando a mano. Esto era justo lo que necesitaba para reavivar la llama de la pasión con mi regla, con la cual había caído en la monotonía, porque, ahora que esto es una novedad, me hace hasta ilusión que llegue la hora del cambio.

PERO le veo una serie de potenciales problemas, algunos igual son fruto de mi hipocondría. Tengo una paranoia con que la presión hacia afuera que se hace ahí dentro al intentar sacarla puede hacerme más proclive a desprendimientos de útero y cosas de esas que les pasan a algunas mujeres. Sobre todo pensaba esto al principio, tras uno de los tirones presa de la desesperación por sacarla cuando no podía, en el que sentí que hasta los ojos se me hundieron en las cuencas. Niños, no lo hagáis en casa.



Por otro lado me perturba aún más el cambio en un baño público.  Aún no lo he hecho y aguardo con terror el momento en el que tenga que hacerlo, porque viendo las que monto en mi baño a veces... hay muchas lagunas (literal). Yo puedo gestionar en un baño público la escena inicial de Carrie.


Lo jodido es si la cosa acaba como termina Carrie


Porque desgraciadamente a veces hay accidentes, por mucho cuidado que tengas. Por otro lado, la idea de lavar la copa que me voy a meter en en el chirri e un baño público, a mí, que vivo obsesionada con los gérmenes, no me gusta nada.

Otro fallo que le veo es el pitorrillo del demonio que tiene.


Su existencia se justifica porque ayuda a encontrar la copa, como el hilillo de los tampones. Sabía que se podía cortar, pero si ya me aturdía el proceso entero, si le quitaba el pitorro temía que la copa se perdiera en las profundidades de mi universo pélvico y no la volviera a ver hasta el día que diera a luz a mi primogénito, que nacería con un gorrete de judío violeta. Como yo no sé qué clase de monstruo sadomasoquista soy, que las cosas que a la gente le duelen a mí parece que no, llevé el pitorro hasta que me di cuenta de que si seguía así se me iba a gangrenar la entrepierna. Y yo me pregunto: sabiendo dónde se va a clavar eso ¿por qué no hacen el pitorro de un material más blando? Es como las sartenes, que si se te escarconcha el teflón dicen que la tires, que lo que hay justo debajo da cáncer, ¿a quién se le ocurre colocar el cáncer justo debajo del teflón de las sartenes para que nos lo comamos?

Como resumen final, si quieres vivir gran cantidad de anécdotas gores y experimentar sensaciones nunca vividas, no lo dudes, hazte con una (aunque no tengas vagina, seguro que encuentras un agujero donde meterla). Cierto es que no he alcanzado el Nirvana pero ya entiendo eso de "Por fin conocerás tu cuerpo" (hasta el galillo) y "Serás consciente de tu regla" y es que, cómo somos la especie humana, nos lanzamos a explorar el espacio exterior, cuando todavía no conocemos el fondo marino.

4 comentarios :

NeoJin dijo...

Mi especial de Halloween favorito.

conejito zombi ◕‿◕ dijo...

Es tu regalo de los reyes magos de Halloween, porque sé que te gusta el cine gore.

1215 dijo...

"Yo no sabía ni ponerme un tampón con éxito y ahora mismo visto lo visto, creo que el fisting es cuestión de proponérselo." La carcajada que he soltado al leer la frase se ha tenido que oír, como mínimo, hasta en Marte. xDD

conejito zombi ◕‿◕ dijo...

xDD