Móvil nuevo

La tecnología ha llegado al hogar zombi. Y es que, por causas que no vienen al caso, me he comprado un móvil de estos del futuro. Un esmarfon de esos que llamáis los modernos. Con poco que me conozcáis sabéis que todo eso de las nuevas tecnologías y, sobre todo, las relaciones humanas no van conmigo. 

Yo mira que he querido ir de buenas con el móvil y empecé siendo simpática con él, pero ya llevo 2 días a su lado ¡y es que no lo soporto! Ya de por sí el teléfono es un objeto que me cae fatal y si no fuera porque es imprescindible para algunas cosas no lo tendría. Cada vez que suena un teléfono me altero y si el que suena es el mío mucho más. Pues bien, si a esto le sumamos que no entiendo nada de Androids y de este tipo de cosas, el resultado es bastante nefasto.

Una de las cosas que tienen estos móviles es el famoso Whatsapp. Es indiscutible que es bastante más gratis que los mensajes de texto, motivo por el cual me lo he bajado. Pero el hecho de poder estar conectada con TOOOOODO el mundo que tenga tu número las 24 horas del día a mí me agobia y mucho. Y he de decir que lo tengo sólo por Wi-Fi y a penas he hablado con nadie, pero lo peor está por venir. Lo puedo sentir en el ambiente. En el momento en el que vi los contactos del Whatsapp me dieron escalofríos. Tenía delante de mis ojos a una lista de personas, muchas de las cuales apenas conozco, y ahí podía ver sus avatares junto con una frase. Y es que yo no sé vosotros, pero yo tengo el móvil de mucha gente que no conozco practicamente: antiguos compañeros de clase y trabajo, antiguos caseros, amigos de amigos, antiguos compañeros de piso... Gente con la que he tenido una relación durante cortos periodos de tiempo, pero que por circunstancias era necesario tener nuestros teléfonos.  Y parece una tontería lo del avatar y la frase, pero a mí particularmente algunas fotos y frases me han perturbado. Mi lista de contactos empezaba con un sujeto (llamémoslo Aaron A. Aaronson) con el que coincidí trabajando haciendo una sustitución de estas de 2 días. Por motivos que tampoco vienen al caso intercambiamos nuestros teléfonos móviles y el otro día, 2 años después, me lo encuentro encabezando esa lista con un avatar que era su foto (que yo ya había olvidado su cara) y una frase, como diría NeoJín, picantona. No la escribo que Albacete es muy pequeño, no vaya y Aaron, sea primo de algún lector. Y es que cuando veo este tipo de cosas pienso "¿Qué necesidad hay?"

Aparte de eso, ayer me di cuenta de que aunque sabía bajarme el Whatsapp y hacer un montón de tonterías de escasa utilidad con el móvil, no sabía cómo se llamaba. Y lo peor, cuando me llamaron pude experimentar que tampoco sabía colgar. Algo que es muy útil cuando Vodafone te llama 3 veces en un día para decirte que no los abandones. Cuando aprendí a llegar a la agenda de teléfonos, encabezada por Aaron, vi que me aparecían un centenar de contactos porque me aparecían los contactos del correo más los del móvil. Porque como estos móviles son taaan inteligentes con que te metas en tu correo (o lo sincronices, como decís los jóvenes) ya pueden tener acceso a toda tu vida y desbaratarte el móvil por completo. El hecho de tener un millón de contactos en la agenda es incómodo, pero es mucho más incómodo cuando no sabes cómo buscar los contactos, cosa que un zote como yo no sabe, por lo que cuando he querido llamar a alguien me he tirado un buen rato buscándolo. Cada una de estas pequeñas cosas van colmando mi paciencia poco a poco. Pero probablemente la más gorda fue anoche a las 12, cuando decidí hacer algo para aligerar un poco la agenda. Pensé en borrar a gente prescindible, así es que el primero fue Aaron. Muy decidida yo, toqué con el dedo su nombre (porque como aquí todo es táctil) para ver si me daba la opción de borrar. En vez de eso me puso "LLAMANDO A AARON A. AARONSON". "¡¡¡AAAHHH!!!" D: Y yo tocando todas las partes de la pantalla para colgar.

*Puuuuu* 

Tocaba los escasos botones que tiene el móvil y nada.

*Puuuuu* 

Volvía a tocar todo lo que veía en la pantalla cuando

-¡¿DigamÉ?!

Me quedé inmóvil en la cama mirando el teléfono y conteniendo la respiración. Ya ni intentaba colgar. Sentía que Aaron era el tiranosaurio de Parque Jurásico. Al final colgó como era de esperar. Espero que él en algún momento de su vida también haya hecho limpieza de contactos y yo saliera despedida en ese momento, porque si pudo ver mi nombre y se acordó de quién era me da mucha más vergüenza.

Otra cosa que me llama mucho la atención es que la batería dura un mísero día. A mí se me antojaba mucho tener que cargar mi antiguo móvil tamagotchi cada 3 días, de hecho fue uno de los motivos por los que empecé a usar el otro. Ayer buscando en un foro vi consejos que daba la gente para que la batería durase más y me quedé loca cuando vi que adoraban como si de un semidios se tratara a un hombre que conseguía que su batería le durara DOS DÍAS. Vamos, que si tu vida ya era triste por depender de un móvil, ahora es más triste porque además dependes de tener un enchufe cerca.

Pero bueno, no todo es malo. Esta tarde he estado investigando algunas aplicaciones y he encontrado un par de cosas interesantes. 

Una es una aplicación de la que ya me había hablado Nicolas Cage. Se llama Google Sky Map y sirve para identificar las estrellas y planetas en el cielo. Si estás una noche en el campo y quieres seducir a una jamelga (¿si no a ver a qué vas al campo por la noche?), ahora puedes hacerlo con tus conocimientos de astronomía. Sólo tienes que identificar cualquier estrella (a Ricky Martin, por ejemplo) poner el móvil entre tus ojos y la estrella y puedes ver cómo se llama. A efectos prácticos es un poco como si tuvieras los ojos del Shinigami. Y si quieres encontrar algún planeta o estrella en concreto tiene un buscador. ¡Es la leche! Si no fuera gratis yo habría pagado por esa aplicación. Bueno, aún no la he puesto en práctica viendo las estrellas porque hoy hay nubes, que lo mismo esto es una estafa y estoy yo aquí vendiéndolo como lo mejor.

La otra aplicación que he descubierto... es solo para chiiiii-cas ;)

Se llama Period Calendar. Así, en rasgos generales es un calendario en el que apuntas cuándo te viene la regla y así puedes prever cuando te vendrá la siguiente. Pero es mucho más que eso. Además del día que te viene puedes apuntar en el calendario cualquier tipo de síntoma y estado de humor para atinar más en las predicciones .

 

Puedes meter lo que pesas cada día, la temperatura y, mi favorito, cuando has chiscado y si ha sido con condón o sin condón. Vamos, que te sirve también por si quieres calcular tus días fértiles. ¡Y luego te hace tus gráficos y todo! SUBLIME. Es un poco como el artilugio ese que venden que sale en el anuncio una pareja de lo más hostiable hablando del chisme y al final dicen "Cariño hoy esta verde, ¡hoy te pongo mirando pa Cuenca!" o algo así, no me acuerdo bien. Lo que ya me ha matado de esto es que te de la opción para compartir esos datos en las redes sociales. Sé que con esto a muchos os está sorprendiendo el hecho de que yo reuna las suficientes hormonas femeninas cada mes como para que me venga la regla. Lo siento si os he defraudado.

Y creo que por ahora eso es todo lo que tengo que decir sobre mi nuevo móvil.

Buenas noches.