2.9.25

Lo que el washi tape esconde

¿Sabéis que tengo una taquilla? Sí, sí, como lo oís. Pues traía unas pegatinas horrorosas (estilo washi tape) cubriendo toda la parte superior de la puerta. Mientras que la quitaba con mucha dificultad, conseguí ver que había algo escrito con permanente, era una C. Todas las taquillas tienen el nombre de la propietaria escrito, así es que jugué a adivinar el nombre de la anterior inquilina —¿Carmen? Carolina? ¿C. Tangana…?

Finalmente, pude quitar la pegatina entera haciendo el descubrimiento arqueológico más fascinante hasta nuestros días.

Mi piedra Rosetta.

¿Qué motivaría el odio tras esa palabra? ¿Le hacían bullying a la antigua propietaria? ¿Era ella la bully? ¿Despertaba muchas envidias por tener una taquilla? Nunca lo sabremos, pero para quitarle todas las malas energías —que estaba claro que las tenía— tuve que hacerle un ritual de purificación. Pensé en contratar a un exorcista o a Rappel, pero se me iba de presupuesto, así es que al final opté por decorarla con pegatinas de dibujos.


Ahora ya tiene los chakras como el jaspe.

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