26.2.17

La crisis de los treinta

Aunque tu taza nueva opine que "la juventud es un estado mental"  lo cierto es que el día en el que cumples treinta marca un antes y un después en tu vida. No es por ser aguafiestas, pero todos sabemos que a partir de los treinta, salvo algunos tocados por la mano de Dios, vamos cuesta abajo y sin frenos.  Canas, arrugas (o líneas de expresión como las llaman los que no quieren asumir la realidad), alopecia, kilos que no sabes de dónde salen y ridículo cuando dices anglicismos como "What the fuck?!".

Sí, hoy he cumplido 30 años, reserva del 87, todo esto suponiendo que haya sabido programar esta entrada [ no supe -_-' ] , porque como soy mayor se me escapa esto de las nuevas tecnologías  y además digo cosas como "nuevas tecnologías" para referirme a algo tan arcaico como Blogger. A pesar de que siempre he aparentado menos años (sobre todo cuando me afeito), ya no hay escapatoria, da igual que lleve una camiseta de Doraemon mientras escribo esto: no soy legalmente joven.

Foto de archivo de mi último cumpleaños

Una ironía de los 30 es que eres a la vez demasiado vieja y demasiado joven para obtener ningún tipo de descuento por la cara. Reconozco que venía percibiendo cosas sospechosas:  gente de mi edad que empiezan a casarse y tener hijos, renovar el carnet de conducir, tirarme un rato haciendo scrolling cuando me piden mi año de nación en una web... son señales que te lanza sutilmente la vida para que te vayas preparando psicológicamente para el día en que alguien te llame "señora" o "señor". ÉSE debe de ser el auténtico momento que marca un punto de inflexión en la vida de una persona.

¡El día en el que un niño me llame señora lo reviento!

Como soy experta en cosas de la vida, os traigo unos tips (¿véis como suena ridículo?) para afrontar esos duros momentos en los que piensas "¿Qué estoy haciendo mal con mi vida? ¿Por qué aún no he plantado un libro, he escrito un hijo y he tenido un árbol? ¿Por qué sólo he plantado un pino, he escrito un tweet quejándome de algo y he tenido una hemorroide?" mientras escuchas Forever Young de Alphaville llorando en la ducha. Y no os hablo de consejos de esos falsos de "Crema hidratante y beber mucha agua", como contestan todas las famosas buenorras y operadas de Jólibuz siempre a la pregunta de "¿Cómo estás tan jamona?", hablo de hechos reales:

1-Anímate pensando que siempre suena mejor ser treintañero que cuarentón, así pues, disfruta de estos diez años que te quedan de vida, que eso de "cuarenton/a resultón/a" no existe ni en tus sueños.

2-Arréglate,  píllate una buena cogorza como hace años que no haces, liga un montón y acuéstate cuando ya es de día.


¡Queee noooo, que es broma! Ya estas en un punto en el que la resaca que te da y el no dormir no te compensa ...y no te arregles, que no vas a ligar.

3-Métete a internet a ver gente de tu edad que esté más desemejorada que tú. Todos sabemos que la felicidad no depende de que te vaya bien o mal, sino de ser consciente de que al vecino le va peor que a ti.


Draco Malfoy, qué mal te trata la vida,  muchacho

Espero que estos truquis os hayan servido de mucho. A mí me han ayudado a mirar para delante al menos diez minutos más.

3 comentarios :

NeoJin dijo...

Lulu tiene la crisis de los dos.

conejito zombi ◕‿◕ dijo...

Como para no... eso sí que es un cambio, que ya te empiezan a exigir cosas como que avises cuando te meas o que mastiques tu propia comida.

Anakina dijo...

El otro día vi un carnet joven II: De los 25 a los 35 años. ¡Aún te quedan cinco para terminar tu segunda juventud!