El final del verano

Siguiendo con uno de los principios más arraigados de este blog, como tengo que estudiar voy a escribir una entrada sobre mi final de verano, que oye, os importa poco, pero a ver si os pensabais que éste era el blog de Punset.

Cuando septiembre llegó a su fin terminé mi misión encomendada en Alicante.

...o polvo en vuestra pantalla

Fue bonito mientras duró, ni si quiera los villanos con los que a veces me encontré en el camino lograrán ensombrecer mi recuerdo del verano de 2015 viviendo en El Pla (qué barrio más bonito) en un apartamento con vistas al mar. Que el mar se veía una miajica, pero si las inmobiliarias de San Vicente de Raspeig dicen que sus pisos tienen vistas al mar, yo con más motivo me vengo arriba.

¿Lo veis al fondo brillar? Así estaba la noche de luna llena en que llegué

En Alicante ocurrió algo hermoso, algo nunca antes visto ¡¡reviví a una planta!! Ya no es que no la matara, ¡le devolví la vida! Definitivamente el secreto de las plantas es olvidarte que existen. A ésta ni si quiera le puse nombre, con eso os lo digo todo. Cuando llegué era un tronco reseco y cuando me fui la dejé así.

Casi lloro al irme de pensar que se volvía a quedar sola y desamparada, ¿cómo estará?

Con el logro de enfermera de urgencias pediátricas desbloqueado me volví a La Mancha. Pero para una enfermera de mi generación el otoño significa paro, así pues, aprovechándome de la situación, tras pasar una semana con Mofletes Punta yéndonos de expediciones, quedándonos tirados con el coche y comiendo muchos fideos chinos,

El día de La Marmota

me vine a Bélgica, porque mi hermana está desterrada en Bruselas.

Continuará....