Una boca más que alimentar
En la sección verde de este blog os informo de que Miley Cebollyrus murió a pesar de su aparente resurgir.
El año pasado me quedé un tiempo a cargo de las plantas y sólo conseguí que sobrevivieran unas florecillas que luego me enteré que eran de plástico y estaban en la misma tierra que una planta de verdad (no entiendo bien para qué). Fue un duro golpe cuando me enteré de la realidad. Llevo una semana y media a cargo de las plantas de mi casa y es increíble, creo que estoy batiendo records en el tiempo que tardo en cometer un planticidio. Una menta, que tenía la punta de algunas hojas un poco negras cuando mi madre me la dejó (he de decir), ahora está así.
El aloe vera ya tiene las hojas triste ¡que el aloe vera no se le muere a nadie!
Pero aquí no acaba la historia, el otro día Dinamita, que trabaja en un vivero, me regaló plantas de fresas. Me pasó como a la gente cuando tiene hijos, que de repente están superfelices pero al mismo tiempo están paralizados del miedo por si le pasa algo al bebé. Me hizo muchísima ilusión la planta, porque en verano cuando las fresas se ponen rojas te las puedes comer y todo pero... todos sabemos que al verano no van a llegar. Aunque Dinamita me dio unas directrices que me resolvieron más dudas que todos los del foro de InfoJardín (que los odio a muerte, por cierto), no creo yo que este proyecto tire para delante. Dinamita y yo llegamos a la conclusión de que las riego demasiado. Normalmente la cosa es así: las riego un montón y estoy encima de ellas todo el tiempo, empiezan a morir por exceso de agua, paso de ellas y por último mueren por falta de agua. Pero es que a mí eso de "hay que regarlas cuando te lo piden" no me aclara nada. "¿cada cuántos días?" le decía a Dinamita "Eso ya depende de la humedad, tienes que mirar la tierra". Pero si yo la miro, pero no me dice nada. La gente que sabe de plantas no me entiende, igual que no entienden cómo se me mueren plantas que crecen silvestres en el campo (bueno, yo esto último tampoco lo entiendo). Esto es como cuando empezaba a conducir y me decía el de la autoescuela "tienes que cambiar de marcha cuando el coche te lo pida" y yo pensaba que el hombre era psicótico y se creía que el coche le hablaba. Ahora ya sé a lo que se refería, pero por aquellos entonces no entendía el idioma del coche, yo oía ruidos siempre, bastante sabía cuáles eran los que querían decir "soy un coche feliz" y los que querían decir "¡cambia de marcha, perra, que me llevas ahogao!". Pues con esto igual.
Pero bueno, hasta que esto dure, mirad qué bonica es la planta. La he llamado Fresisuis.
EN MEMORIA DE:
CRÓCOLI
CLOROFILA
SUJETO NÚMERO 1
SUJETO NÚMERO 2
SUJETO NÚMERO 3
MILEY CEBOLLYRUS
Y UN NÚMERO INDEFINIDO DE PLANTAS A LAS QUE NUNCA LES COGÍ CARIÑO
Comentarios
A mi también se me mueren las plantas a pesar de estudiar Biología (que triste señor...). Mi teoría es que hay algunas personas que no nos llevamos bien con el mundo vegetal. Las plantas nos odian. ¡Pero no te rindas! A lo mejor con las fresas se nos da mejor...
@1215: Gracias por confiar en mí. Es algo muy valioso en estos momentos en los que me siento vulnerable con el reino vegetal xD.
Al igual que el GTA te enseña a aparcar. Y a atropellar rastafaris.
No te digo el montaje que se me acaba de venir a la mente con rasta-fari.
Podría comentar algo más, pero ya lo ha hecho el gremlin que vive conmigo. ¡Te mandaremos fotos de las nuestras y harán carreras con las tuyas!
@Sick: ¿Dónde compraste al Gremlin que vive contigo? Quiero otro igual de bonico *_*. Sabes que no van a aguantar hasta que se puedan comer ni aunque reces tanto que te conviertas en cura ¿uno se hace cura así, no?