El libro de las listas

Sé que me echabais de menos.

 

Uno de los libros más entretenidos que estoy leyendo ultimamente es el libro de las listas. Durante años conejito zombi y su hermana buscaron ese libro que otrora estaba en una estantería de la casa. Lo recordaban con nostalgia con frecuencia pero por fin, después de tantos años, el libro volvió a aparecer. Así fue como yo me hice con él. No es un libro como para ir leyendo todas las noches antes de acostarse pero sí para leer de vez en cuando en el váter. Básicamente consiste en una compilación de decenas de listas de todo tipo. Os pongo algunas para que os hagáis una idea:

• 12 figuras religiosas implicadas en escándalos sexuales
• Los 8 casos de OVNIS mejor documentados
• 5 órganos sexuales de hombres célebres que se han conservado
• La faceta más escandalosa de 10 héroes y heroínas
• 6 personas que usted ignoraba que fuesen mestizos o enteramente negros (este libro es muy soberbio)
• Los 10 asesinatos más extraños y sin resolver
• 10 eminentes personalidades que sufrieron estreñimiento
• 12 hechos que ocurrieron bajo la influencia del alcohol (entre esos 12 se encuentra La fundación de Alcoholicos Anónimos)

Es un libro genial que debería de estar en todas las casas. Porque aunque si bien es cierto que tiene cosas un poco aburridas lo compensa por tener otras cosas geniales. 

Una de mis listas favoritas es la de 25 cosas que cayeron del cielo. Entre esas 25 cosas podemos encontrar huevos, monedas, nieve verde luminosa, carne (que no se llegó a averiguar si era de niño o de caballo) y mierdas congeladas. Procedo a poner lo que pone al respecto de esto último:

Un trozo de hielo verdoso que pesaba cerca de 10 kilos cayó del cielo [...]. La Administración Federal para la Aviación dijo que el trozo de hielo verduzco estaba formado por detrito humano procedente del retrete en mal funcionamiento de un avión. Caídas de objetos similares son, por desgracia, bastante comunes y, Denver, Colorado, suele ser el blanco de fenómenos parecidos. Al menos dos familias que viven allí han visto cómo sus techumbres eran atravesadas por proyectiles del género aquí mencionado. Y, al respecto, está la historia de un granjero de Kentucky que le dio un gran lametón a un objeto similar antes de que se enterase de su origen.

Sublime.

Maclor