Fresisuis. Capítulo 2: La recolección

No quiero crearos falsas esperanzas pero lo cierto es que Fresisuis está creciendo como una planta que no se está muriendo. Ante tal asombro la he revisado con precisión por todas partes y todo parece normal. Bueno, tiene algunas hojas secas en la tierra y una fresa chuchurría (a la cual llamo Hugo), pero creo que eso venía de serie, supongo que es difícil tener una planta modelo como las que sacan en Bricomanía. Sé que no debo precipitarme porque lleva conmigo poco tiempo aún pero basándome en experiencias pasadas esto ya es un logro (que se lo digan a la menta que os enseñé la hace 2 semanas que ya yace en la basura desde hace una). 

Debido a mi ignorancia en el mundo de las fresas he quedado fascinada con como en cuestión de 3 ó 4 días pasan de un verde pálido a un rojo escarlata. Cada fresa lleva su ritmo, pero algunas ya se han puesto rojas.

Al principio me encariñé mucho con algunas fresas, hasta les puse nombre. Pero hoy he hablado con Dinamita sobre la recolección y me ha instado a cosechar ya las que están muy rojas porque de lo contrario se van a poner todas como Hugo. Así es que se acabó el cogerles cariño y ponerles nombres porque me he sentido una persona horrible mientras que me comía a Gordi y a Mordiscos.  Os tengo que confesar que he hecho un vídeo explicándoos los pormenores de la recolección de la fresa pero al verlo me he dado cuenta de que soy tan paleta de que en la ventana de enfrente se me veía la cara (de un entusiasmo fuera de lo normal, por cierto), así es que ese plan ha quedado abortado. Yo que me lo había tomado todo superenserio con mi cesta de recolección.

Ésta ha sido la cosecha

Es bastante emocionante esto de ver evolucionar a las fresas y comértelas (hasta empacharte) esperemos que Fresisuis dure con vida. La ingenua Dinamita me hace comentarios como "Verás cómo el año que viene salen más grandes". Pobre.