Ayer me fui con mi fiel escudero
NeoJín a la
laguna de Pétrola. Una laguna salada muy bonica *_*. Uno de los reclamos de la laguna es que hay flamencos. Lo malo es que siempre están lejísimos y ni con zoom se pueden ver en condiciones.
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Parece la playa |
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Esto es lo más cerca que pillé a un flamenco |
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Eso de ahí son flamencos, que no sé por qué les luce ponerse en fila |
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No había ninguna nube u_u |
Después de estar paseando por alrededor, como ya oscurecía nos volvíamos por un camino, en cuyo final teníamos el coche, pero, de repente... vimos un rebaño de ovejas inmenso que se iba a incorporar a ese camino un poco más delante de nosotros. Tuvimos que correr para que no nos pillaran en medio o para no comernos el polvo que levantaban. Fue un momento de mucha tensión en el que NeoJín me confesó su miedo a las ovejas (ese sanguinario animal) y, no os voy a mentir, a mí también me infundía respeto un montón de ovejas detrás de nosotros comiéndonos terreno cual horda de zombis. Quien haya visto la película
Ovejas Asesinas sabe de lo que hablo. Eran un montón y el ruido de sus millones de pasos al correr era perturbador. Fue muy estresante el momento de arrancar corriendo antes de que nos rodearan y salir huyendo de ese camino lleno de Conguitos.
Y para completar el día, una cena reconfortante.
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