Viaje a Alcalá del Júcar

Y hoy NeoJín y yo hemos ido a Alcalá del Júcar, un pueblo también muy bonico de la provincia Albacete que está en la ladera de las montañas que hay en la hoz del Júcar.

A la ida

A la vuelta

Las cosas más famosas que tiene son el castillo y las cuevas, pero como había que pagar no hemos entrado. De todas maneras, aún sin eso, merece mucho la pena ir. Según pone en la página del pueblo en 1986 le dieron el tercer premio a la mejor iluminación artística después de la Torre Eiffel y La Gran Mezquita de Estambul y la verdad es que la iluminación, como se ve en la foto, es superchula con esas lucecitas verdosas. Incluso grabaron un anunció ahí.

Antes de saber que el castillo costaba dinero hemos intentado acceder a él, pero, como todo castillo que se precie, hemos tenido que sortear ciertas dificultades. Lo primero andar por empinadas rampas y, cuando ya creíamos que estábamos cerca...

Entre el castillo y nosotros se ha interpuesto una enorme mierda. Además es importante remarcar el detalle de que junto a ella había un papel, lo cual deja constancia de que pertenece a un ser humano. Probablemente alguien que aprovechó la intimidad de una estrecha calle para dar rienda suelta a sus artes anales.

NeoJín además ha hecho un importante hallazgo: ha descubierto el árbol del que proceden los polo flashes.

Ahora cultivará uno en su propia casa para saciar sus hambres de polo flash.

Pero quizá lo más importante de todo es que el pueblo está lleno de gatos. De gatos que no sé si están dormidos o drogados. Y los que están despiertos no huyen de ti *_*

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En resumen, tenéis que ir.