Mañana voy a ver al enemigo

Mañana va a ocurrir un evento único, es la primera vez que ocurre en lo que va de año: me voy a cortar el pelo.

Por fin satisfaré los deseos de mi esteticista particular que lleva meses recordándome que voy hecha una desgraciá por el simple hecho de llevar el pelo como si me lo hubieran mordido los gorrinos.

Aquí dejo una muestra de por donde me llega para que si me hacen una mutilación capilar seáis testigos. En realidad no, es una excusa para poner una foto de Tonelete y que veáis lo buena que estoy.

Que también podía haberme peinado para la foto, pero soy así de natural. Aunque no se se ve mucho trecho de pelo se ve perfectamente que un patrón regular no sigue. No entiendo por qué cada pelo crece a un ritmo diferente.

Como casi todas las personas que tienen el pelo largo, odio ir a que me corten el pelo porque cortan lo que le sale de los cojones y encima les tienes que pagar. El propósito es cortarme 7 dedos. Estoy aterrorizada porque si siempre digo 3 dedos y me cortan 6 es probable que mañana me corten 14. Y encima les voy a dejar que me corten el flequillo, cosa que sólo he hecho una vez y volví a mi casa con el flequillo en forma de U invertida y a mitad de la frente tal que así:

Durante una semana tuve que soportar que NeoJín me llamara frailico.

Así es que si no vuelvo vengad mi muerte matando a todas las peluqueras con las que os crucéis a lo largo de vuestra vida.