Adicción a los chinos
Venía a hablaros de que por fin había hecho una compra en una tienda de chinos y no me habían estafado pero mientras que estaba haciéndo la entrada me he dado cuenta de que sí que he sido un poquito estafada... pero no mucho.
Resulta que el otro día pasé por aquel local al que supuestamente se trasladaba el supermercado asiático pero que cuando fui ni supermercado ni na. El caso es que vi una estantería con los restos del difunto supermercado asiático con un cartel de REBAJAS, así pues NeoJín y yo fuimos a adquirir nuestra tóxica ración de ramen instantáneo el otro día. En el ejercicio de la compra de tal manjar, como era de prever, fui seducida por algo de aquella tienda de todo a cien (sí, tengo un problema, lo sé, estoy trabajando en ello).
Lo que me sedujo fue esto y no me digáis que a vosotros no os habría pasado igual:
Era de suponer que era una falsificación y no un producto oficial, sí, si lo sé, pero a mí me pareció de lo más auténtico. El caso es que cuando he visto las fotos me he dado cuenta de una cosa. Los más hábiles os habréis dado ya cuenta. Para los que no:
Efectivamente, no es Totoro, es su primo segundo Latto. En realidad me da igual, incluso me hace gracia el tal Latto mientras que no se rompa ni se borre, pero me temo que va a ser mucho pedir.
Resulta que el otro día pasé por aquel local al que supuestamente se trasladaba el supermercado asiático pero que cuando fui ni supermercado ni na. El caso es que vi una estantería con los restos del difunto supermercado asiático con un cartel de REBAJAS, así pues NeoJín y yo fuimos a adquirir nuestra tóxica ración de ramen instantáneo el otro día. En el ejercicio de la compra de tal manjar, como era de prever, fui seducida por algo de aquella tienda de todo a cien (sí, tengo un problema, lo sé, estoy trabajando en ello).
Lo que me sedujo fue esto y no me digáis que a vosotros no os habría pasado igual:
Era de suponer que era una falsificación y no un producto oficial, sí, si lo sé, pero a mí me pareció de lo más auténtico. El caso es que cuando he visto las fotos me he dado cuenta de una cosa. Los más hábiles os habréis dado ya cuenta. Para los que no:
Efectivamente, no es Totoro, es su primo segundo Latto. En realidad me da igual, incluso me hace gracia el tal Latto mientras que no se rompa ni se borre, pero me temo que va a ser mucho pedir.
Comentarios
Aún así es hiperbonica +_+