Arancha: Día 238

Hay algo que ocurrió el 7 de agosto pero no os lo he dicho porque no sabía cómo os lo ibais a tomar. Sí, después de 8 meses decidí acabar con la agonía de Aranchita bajo la presión de "¡¡¿Cuándo vas a tirar la naranja asquerosa ésta de la nevera?!!".


Su aspecto por fuera era demacrado, pero al hacerle la autopsia, por dentro no lo era tanto. De hecho expelía un dulce aroma a naranja que enterneció mi corazón.

Como podéis ver en su cara de paz no sufrió

Aquí os dejo en primicia este artículo de investigación que en breve será publicado en revistas científicas de alto impacto a nivel internacional como Qué me dices!

INTRODUCCIÓN:

Con este estudio se trata de descubrir cuánto tiempo una naranja mantiene sus propiedades organolépticas intactas.

MATERIALES Y MÉTODOS:

La presente investigación se llevó a cabo con una naranja de zumo comprada en el Mercadona a la cual se le puso con cariño el nombre de Arancha. El motivo de dicho nombre era un guiño al nombre dado a las naranjas en Italia (arancia) transcrito fonéticamente al español. El lugar donde se desarrolló este experimento fue la nevera de mi casa.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN:

• Durante el primer mes del sujeto Arancha se notaron alteraciones en su comportamiento relacionadas con el abuso de sustancias.
• En torno al tercer mes debido a una rozadura empezó a perder el lustre que caracterizaba su cogote
• Hasta el quinto mes era una naranja de apariencia perfectamente comestible.
• A partir del sexto mes poco a poco se fue notando la decadencia de su corteza.
• Llegado el octavo mes su aspecto era mustio, su cara de felicidad se borró, numerosas irregularidades poblaban la superficie de su piel y pequeños islotes de moho fueron abriéndose paso. El resultado de la autopsia clarifica que por dentro no tenía un estado muy malo haciendo pensar a la investigadora que quizá se rindió demasiado pronto en su búsqueda de la clave de la eterna juventud.

AGRADECIMIENTOS:

A Proyecto Hombre por ayudarnos con su problema con las drogas.