El ratón deportista, la ropa interior de estampado apetitoso y el tornado que asoló Almansa
Creo que a partir de ahora las actualizaciones sobre tontunas van a ser recopilatorias porque o tengo mucho tiempo libre o no tengo ninguno.
Tonelete, tras vivir un día en el baño, estrenó por tercera vez jaula. Lo idóneo habría sido una jaula para tigres hecha por la NASA pero no la encontré. La nueva traía otra ruedecita, ese objeto hamsteril que como sabéis nunca llegó a utilizar salvo para subirse arriba y caerse de una forma graciosa y hacer girar dentro sus excrementos cual bombo de la lotería de Navidad. El otro día estaba con él cuando ¡Oh, sorpresa! Su instinto le guió a meterse dentro y empezar a correr. Es un ratón deportista porque, sinceramente, no sé qué aliciente puede tener correr y permanecer siempre en el mismo punto. Ahora combina sus ejercicios acrobáticos con este nuevo deporte. Se pasa las horas muertas y parece disfrutar con ello y eso que el otro día (no me preguntéis cómo) salió centrifugado en una de esas y cayó al piso de abajo de la jaula.
No había visto nada semejante ni en mis mejores sueños. Quedé anonadada mirándolos y cuando me di cuenta ya me los había comprado y los llevaba puestos. Es una ventaja eso de tener un hueco para el paquete, tengo un nuevo sitio para guardar el móvil.
Cambiando una vez más drásticamente de tema, el otro día me hallaba yo en el hospital cuando me percaté de que en la calle parecía que se estaba haciendo de noche a mitad de la tarde. Al rato empezó a caer la de Dios. Yo estaba tan ocupada que no me importaba una mierda que fuera hubiera llegado el día del juicio final así es que tampoco vi mucho más que cantidades ingentes de agua que golpeaban las ventanas con fuerza. Luego me enteré de que aquello era un tornado. Es cierto que siempre he estado vinculada al caos pero ya empiezo a preguntarme si no atraeré a los fenómenos de la naturaleza: terremotos, tormentas de arena y tornados, demasiadas cosas en tan poco tiempo.
Hasta aquí el resumen de tontunas. No olviden que las autoridades sanitarias recomiendan comer 5 piezas de chorizo al día.
Tonelete, tras vivir un día en el baño, estrenó por tercera vez jaula. Lo idóneo habría sido una jaula para tigres hecha por la NASA pero no la encontré. La nueva traía otra ruedecita, ese objeto hamsteril que como sabéis nunca llegó a utilizar salvo para subirse arriba y caerse de una forma graciosa y hacer girar dentro sus excrementos cual bombo de la lotería de Navidad. El otro día estaba con él cuando ¡Oh, sorpresa! Su instinto le guió a meterse dentro y empezar a correr. Es un ratón deportista porque, sinceramente, no sé qué aliciente puede tener correr y permanecer siempre en el mismo punto. Ahora combina sus ejercicios acrobáticos con este nuevo deporte. Se pasa las horas muertas y parece disfrutar con ello y eso que el otro día (no me preguntéis cómo) salió centrifugado en una de esas y cayó al piso de abajo de la jaula.
Esto de gickr.com puede dar mucho juego
En otro orden de cosas, el otro día en una tienda me encontré con algo que me dilató el ojete en décimas de segundo:No había visto nada semejante ni en mis mejores sueños. Quedé anonadada mirándolos y cuando me di cuenta ya me los había comprado y los llevaba puestos. Es una ventaja eso de tener un hueco para el paquete, tengo un nuevo sitio para guardar el móvil.
Cambiando una vez más drásticamente de tema, el otro día me hallaba yo en el hospital cuando me percaté de que en la calle parecía que se estaba haciendo de noche a mitad de la tarde. Al rato empezó a caer la de Dios. Yo estaba tan ocupada que no me importaba una mierda que fuera hubiera llegado el día del juicio final así es que tampoco vi mucho más que cantidades ingentes de agua que golpeaban las ventanas con fuerza. Luego me enteré de que aquello era un tornado. Es cierto que siempre he estado vinculada al caos pero ya empiezo a preguntarme si no atraeré a los fenómenos de la naturaleza: terremotos, tormentas de arena y tornados, demasiadas cosas en tan poco tiempo.
Hasta aquí el resumen de tontunas. No olviden que las autoridades sanitarias recomiendan comer 5 piezas de chorizo al día.
Comentarios
Lo de Tonelete y su peculiar coprobombo de Lotería es el uso que siempre he pensado que un animal normal con una mente normal le daría a la rueda. No con mierda, quizá con comida o lo que fuera, pero si yo fuera hámster la usaría para eso.
Y respecto a la ropa interior has hecho muy bien. Yo, sin ir más lejos, hace unos años que llevo sujetadores de copa D para llevar las llaves y la cartera, y así en el pantalón me queda más sitio para el móvil y todo eso. Y ligo más, por cierto.
Una vez yo también tuve hámsters. Una pareja, para ser concretos. Su jaula también tenía una ruedecica, solo que únicamente la usaban cuando tenían peleas conyugales, que se metían ahí y se liaban a correr como si no hubiera mañana, el uno detrás del otro en perfecta sincronización... Así, porque sí.
Me los imagino corriendo *___* Ay, qué hermosura.
Un consejo te voy a dar: si vas a guardar el móvil en el hueco del paquete quita el vibrador (o no).
Necesito esos calzoncillos de Sushi!!!!!!!
Qué bonico es tonelete!
@ Ángel: Empaná no, explotá.