Día 19: Una lista de los sitios en los que has vivido

Venga, ¡qué demoños! voy a hacer hoy 2 para compensar la entrada mierdera anterior.

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Hasta los 20 años sólo había vivido en Albacete.

Hace casi 4 años me fui a Milán 3 meses de Erasmus a hacer las prácticas. Milán es una ciudad muy cara, alquilar una habitación en una zona relativamente céntrica (muy relativamente, todo sea dicho) te costaba unos 450 € (la verdad es que no sé si no era más porque ya ha pasado tiempo y una se hace mayor). El hospital en el que hacía las prácticas estaba a las afueras. Iba a alquilar una habitación que estaba muy bien de precio y en una zona chachi pero cuando ya había acordado que me iba a quedar y fui a llevar las maletas al día siguiente ¡¡ya habían metido a otra y no me habían dicho nada!! Aquel día aprendí una valiosa lección: nunca te fíes de un italiano. Quedaos con ella porque os puede ser útil. Recuerdo que vi otra habitación en un miniapartamento para compartir con un muchacho de unos 30 años con el pelo a lo afro que parecía postizo de lo ENORME que era ¡MOLABA TANTO! *__* Tenía un montón de guitarras y era simpático (pero bueno, era italiano así es que nunca se sabe). Vivía en un barrio lleno de marroquíes, de hecho había una mezquita al lado. Me habría quedado allí porque fue la que más me gustó (dentro de los precios aceptables) pero estaba en la otra punta de la ciudad con respecto al hospital. También vi otra habitación para compartir, una casa superbonica y con 2 peces. Era para compartir habitación cosa que a esas alturas no me importaba nada, lo que sí que me importaba era lo cara que era (creo que unos 350 al mes). Vi otras tantas pero al final en la que me quedé fue en una en otro barrio de inmigrantes (marroquíes en su mayoría). El apartamento tenía 30 metros cuadrados y compartía con un muchacho y una muchacha. La casa tenía 3 habitaciones: baño, cocina y habitación polivalente. Sí, dormíamos los 3 juntos en literas pero lo importante era que costaba "sólo" 250 euros y estaba "sólo" a unos 3 cuartos de hora en autobús del hospital. La verdad es que me lo pasé bien, pero el muchacho estaba medio loco (yo creo que era bipolar) y a veces lo pasé un poco mal. Pero me enseñó muchas cosas de la cocina italiana y muchas palabrotas. La otra muchacha era la persona más hippie que he conocido. Estaba ahí para 3 meses con una beca. Ella vivía en el campo, a media hora de Florencia con muchos amigos (yo creo que era una comuna). Se hacían su pan, cultivaban sus hortalizas, plantaban su tabaco... Era una persona muy humilde y daba gusto (la excepción que confirma la regla). En Florencia tenían un perro y un gato que dormían junticos *_*. Ella y sus amigos habían adoptado a un señor mayor que no tenía familia (no sé cómo llegarían a ese pacto ellos con el hombre pero así fue) y me enseñó fotos de todos con el hombre en el hospital. Al abuelo se le veía que no cabía en sí de gozo. El señor murió pero seguro que lo hizo feliz. A pesar de lo que podía aparentar por su forma de ser y por su estilo a la hora de vestir era diseñadora en Prada. Estaba todo lleno de dibujos de zapatos y bolsos superbien hechos. Me hice amiga del árabe que regentaba mi locutorio de confianza. Un señor muy simpático pero bastante siniestro y con la uña del meñique sospechósamente larga. El último día fui a despedirme de él y nos dimos la mano y todo. Me dijo que si volvía por allí pasara a verlo.
Era una mierda eso de salir por la noche porque quedaban sólo 2 tranvias abiertos y el más cercano me dejaba a 20 minutos de mi casa. La primera y última noche que me volví en ese tranvía lo pasé bastante mal a las tantas de la madrugada. Mientras que no había nadie (excepto las prostitutas, que había muchas por mi barrio) daba su cosica, pero bueno...  (aviso: comentario racista) cuando me cruzaba con un grupo de 4 ó 5 marroquiés agarraba con fuerza la navaja albaceteña que llevaba en el bolsillo de mi abrigo. A pesar de lo rata que soy el resto de veces que salí me volví en taxi (que alguna vez me costó unos 20 euros -_-'). vamos, que con los 200 euros al mes que me daban con la beca no tenía ni para limpiarme el culo.

¿De qué iba esta entrada? A ver, centrémonos.

Al año siguiente en verano me fui a Alcázar de San Juan 3 meses porque me dieron un contrato en el hospital. Viví 3 meses muy divertidos con la rubia de pelo en pecho y un compañero de clase que a penas conocía cuando nos fuimos a vivir juntos pero con el que me terminé llevando muy bien. La persona más feliz y chanante del mundo. Bueno, ahora que lo recuerdo creo que también vivíamos con un espíritu del más allá. La tele se cambiaba sola, una botella empezó a tambalearse de la nada y la rubia de pelo en pecho afirma que vio alguien (según ella nosotros) que le abrió la puerta una noche. Nosotros dos no fuimos ...aquella noche yo dormí con ella en la cama. Ay, ahora que lo estoy recordando me da mucha nostalgia. El último día la rubia y yo lloramos. Los 3 palomos que no habíamos trabajado nunca nos consolábamos los unos a los otros con nuestras frustraciones laborales. Pero bueno, no se descarta que la situación vuelva a darse y volvamos a coincidir allí.

El verano siguiente (porque como prácticamente sólo trabajo en verano) me fui a Toledo y un par de semanas después llamaron a la Calabaza también de allí. Estuve 3 meses, tuve 2 contratos de 2 bajas en 2 hospitales distintos y viví en 3 casas. La historia de lo de las casas es bastante larga pero se puede resumir en que es una mierda alquilar un piso cuando no sabes el tiempo que te vas a quedar. La verdad es que a pesar de vivir con la calabaza a penas lo vi porque cuando él trabajaba yo libraba o cuando él hacía la noche yo hacía la mañana pero nos dejábamos la comida hecha con amor el uno al otro y cosas así. De Toledo no tengo un recuerdo tan bueno (no te ofendas, calabaza). La ciudad, al margen de lo bonita que es, no me gustó nada. Vivía a tomar por culo del hospital y tenía que andar media hora por las cuestas. A las 8 de la mañana tenía un pase pero a las 3 con 40º no era nada divertido. Además como casi nunca veía a la calabaza estaba sola prácticamente. Mi única vida social fueron las 2 veces que quedé con Coprolito (del que sé que está vivo porque me insulta a través del Flickr porque desde luego por su blog no) (Vale, acabo de ver que ha restringido la entrada y yo no soy lo suficiente cool para verlo).

El verano siguiente, o sea, el verano pasado, volví a Alcázar. Estuve 2 meses en el Quirófano, 15 días en Urgencias, 15 en Medicina Interna y creo que ya. Viví con 2 señoras que eran hermanas y se llevaban a matar, una muchacha muy simpática que le hablaba fatal a su novio y otra que no hablaba mucho y que luego fue sustituída por otra a la que a penas conocí. No fue especialmente divertido, pero no estuve mal. Fui atacada por un murciélago, pero no estuve mal. Estuve como puta por rastrojo por el hospital, pero no estuve mal.

Al octubre siguiente me fui 2 meses a Molinicos, un pueblo de la sierra del Segura con 1000 habitantes, donde vivía gente muy amable, aunque estaba más tiempo en Albacete que en Molinicos porque mi contrato empezó siendo de 3 días a la semana y terminó siendo de 2. Ya no sólo incumplieron un contrato que yo tenía firmado sino que el primer día que no tuve que ir a trabajar no me avisaron y me encontré al enfermero al que sustituía allí. Porque no quieres meterte en peleas con los que te dan de comer pero se merecían una demanda. Bueno, no voy a sacar mierda porque si empiezo no paro que eso no es nada para las cosas que hacen a diario. Allí compartí casa con una muchacha bastante maja.



Y el futuro Dios dirá.