Mutaciones asombrosas


Este ser con cabeza de oso panda y cuerpo de abeja es el pequeño Cajarru, mi último hijo. Tiene la vida de cualquier estrella del rock:

Se pone modernas gafas de sol para que no lo reconozcan cuando sale a la calle.



Practica el sexo con insectos

Vamos, lo que viene siendo una vida normal, pero la otra mañana cuando me desperté esto fue lo que me encontré dentro del huevo:



"¡¿Quién es este señor?! ¡OKUPAS!" pensé. Pero cuando me tranquilicé miré en su Tama-ficha y comprobé asombrada que se trataba del pequeño Cajarru. "¡Posesión infernal!" fue lo siguiente que pensé pero me volví a equivocar. Resulta que esta cabeza de presentador de televisión con patas es Cajarru a la edad senil. Y es que, bien pensado, tiene 10 días, ya no es un chiquillo. El resto de componentes del grupo también ha envejecido aunque de una forma más proporcional a lo que eran antes. Siguen viviendo la vida al límite, drogándose de fiesta en fiesta y llenando estadios a pesar su edad, como sus grandes ídolos: La vieja trova santiaguera.

Ahora vivo con miedo porque el único cambio que le queda es... la muerte.

Comentarios

Hasu✿Loto ha dicho que…
¡Eeey! me asombra que ver que todavía queda gente con los tamagochis jajaja Yo también tuve muchos en mi infancia, cuando me casé, mi esposo que siempre me ve como Heidi, me compró otro, pero como ivan en pack de dos, él también se picó y jugó conmigo jajaja pero ahora yo he evolucionado más xD y tengo un tamagotchi a color!! me lo compré por internet y viajó desde Japón. Ya escribí un artículo sobre él, pero viéndote a tí, quizás suba algunas fotitos ^^
B. ha dicho que…
Jo pues si que mola Cajarru, el mío se ha transformado en un escorpión/cangrejo/diossabequé.
(No se que pasa con mi blog que no muestra los comentarios nuevos :S)