Estudiando

Hemos creado un grupo de estudio formado por:

• La calabaza: aporta la inteligencia al grupo.
• La rubia de pelo en pecho: aporta belleza al grupo.

• Conejito zombi: Potencia los poderes de los anteriores (cuando van conmigo parecen más listos y guapos)

Después de 10 meses planeándolo, cuando por fin quedamos para estudiar ayer, la rubia de pelo en pecho al final no pudo venir. Al llegar a la biblioteca escogida por vuestro grupo de intelectuales favorito a las 9:30 con firmes intenciones de estudiar vimos que no abría hasta las 11:00 (es lo que tiene ir a bibliotecas raras de centros socioculturales). A las 11, después de hacer tiempo en la cafetería de enfrente durante una hora y media, volvimos y entonces abrieron. Sólo estábamos la calabaza, la bibliotecaria (también conocida como el Führer o La mujer de las bragas de hierro) y yo. Al entrar vimos al fondo una minimesa con minisillas para niños y, como no podía ser de otra manera, fuimos corriendo a sentarnos en esa diciendo “bieeeen” (en voz baja y eso). Justo entonces nos gritó el Führer “¡¡¡SSSHHHHH!!!”. Que estábamos solos, acabábamos de entrar y ella ni se había sentado aún ¡menuda tirana! Pero es que luego se tiró toda la mañana hablando en el mostrador por teléfono. ¡¿Para eso tanto SshhHHhh, tía rancia?! Después nos dio la risa sin motivo alguno (como siempre) y pasamos media mañana llorando, rojos y con la boca tapada. En serio, ¿se puede ser más simple? Y es que tengo un problema, el hecho de no poder reírse es algo que me hace muchísima gracia: en bibliotecas, en clase (la risa será directamente proporcional a lo cerca de la primera fila que esté), en Misas, en los ascensores con desconocidos… De pequeña hubo más de una vez que los profesores me echaron la bronca por reírme y eso hacía que me diera aún más risa. Luego me ponían de pie y si me miraba algún amigo o ponían a alguien de pie también me daba otra vez. Incluso una vez me echaron al pasillo por reírme de pie y dentro se oían las risas. Parece divertido pero lo paso muy mal.

Esta mañana, aunque hemos tirado agua por la ventana con jeringuillas (somos unos canis u_u') y hemos jugado a mover los hombros y ver cómo respirábamos involuntariamente (si no lo entendéis es que sois normales), hemos estudiado algo.

¿Algún día dejaremos de hacer el mal en la Tierra?

La calabaza os manda cordiales saludos (¡pero mirad qué apuntes!)

PROSTATA: Hoy ha venido una fresca a pedirle la mano a Pinzi, adivinad quien se ha comido una mierda