¿Gay o etéreo?
Me han concedido el traslado de la plaza a Albacete, motivo por el cual tenemos que buscarnos un piso de alquiler. Así fue como llegamos al anuncio del piso de un señor al que llamaremos Mariano. La conversación telefónica para ver el inmueble llegó a un punto en el que me preguntó: — ¿Dispones de vehículo? — Eeh… ¿sí? – No entendía a qué venía esa pregunta. — Pues a las 19:00 me recoges en la otra punta de Albacete para ir a ver el piso. Y bueno, a la vuelta me puedes llevar en coche o… si no puedes, pues me tendré que volver andando. —Dijo con tono lastimero. No sé si esto le pasa a la gente normal o sólo a mí, que en vez de enfrentar con sinceridad las cosas y decirle “ Mire, estoy viendo pisos por la otra punta de Albacete y no me apetece tener que coger el coche para recogerlo. Si quiere venga a enseñárnoslo a pie que esto no es Madrid o al menos pregúnteme con más tacto si nos importa y deme una explicación lógica a por qué debería recogerlo” . En vez de decir todo esto dije “Sí,