Argucias

De todos es sabido que una de mis revistas favoritas en el mundo es Albacete a mano, esa revista gratuita que hay quien dice que es creada y repartida en los buzones albaceteños por el fantasma de Constantino Romero. A mí todo lo que salga de mi buzón me parece mágico. Uno de los motivos por los que es genial es porque como Albacete es relativamente pequeño no es difícil que conozcas a alguien. Eso me fascina, es como cuando leía a escondidas el Fotolog de alguien que sólo conocía de vista. El morbo del voyeurismo. Si eso os parece siniestro os diré que a veces lo recorto y lo pego en mi diario. Además es la revista más bizarra y cutre que he visto en mi vida, con millones de erratas y unos textos que son pura poesía. 

Tan pronto te entrevistan a las primas de Albacete como a Jane Badler que no sabe qué es Albacete

Podría tirarme horas hablando de ella porque ha habido entrevistas y artículos que me han dejado sin palabras, pero si queréis deleitaros, juzgar por vosotros mismos.

Últimamente están que lo tiran y han hecho muchas secciones para enviar cosas: la mascota más guapa del mes, la quiniporra (¿es una quiniela? ¿es una porra?), la receta del mes, etc. Si algo me caracteriza es el ansia por ganar concursos y, si puede ser, de la manera más fraudulenta que las bases del concurso permitan. Como cuando conseguí 20 entradas gratis a la Filmoteca o una Esqui Lady gracias a la Super Pop. Bueno, pues ávida yo de ganar concursos en esta revista he mandado en los últimos dos meses la quiniporra, la foto graciosa y la foto de Albaceteños por el mundo. La quiniporra una mierda, como se nota que dan 100€, pero las otras dos, victoria absoluta. También os digo que el nivel que hay es un nivel muy "Albacete a mano" como imaginaréis. Para la foto graciosa busqué una foto aleatoria de Google, de estas que en 2002 te hacía reír y hasta la reenviabas por hotmail, pero que ahora sólo te mandaría tu madre. Gracias a mi ingenio he ganado una agenda del 2017 por cortesía de una tienda, pero la agenda no es algo tan preciado como para pasar la vergüenza de decir "Vengo a por mi agenda, que soy la que mandó la foto de una cabra sonriendo". En la de Albaceteños por el mundo tenía un problema, y es que cuando he viajado nunca me he hecho fotos con monumentos, eso es de frikis y todos sabemos que yo no lo soy. Así es que no tuve más opción que photoshopear una foto mía y hacer como que estaba en un paraje recóndito y exótico. Gracias a ello me han dado un vale de 30€ en una tienda de productos ecológicos.

Si esto no es triunfar en la vida ya me dirás tú qué es. Ya me imagino lo que rabiarán los compañeros de colegio de los que llevo décadas sin saber cuando vean las fotos de mi viaje a Laponia.